Jueves Santo 2013. I

Sol radiante de Jueves Santo que quería dejarse ver entre las nubes del cielo andujareño, eran las 6 de la tarde cuando los aplausos y las plumas de los cascos de la Banda del Amarraó de Avila hacian que el sueño comenzará, en la Calle Cuna ni una alfiler, Santo Domingo florecía a sus naranjos para el paso de su Hermandad, la Hermandad del Buen Remedio. 
Se abren las puertas y el imponente misterio comienza a intuirse entre el incienso, los ciriales rasgan el cielo y rozando sus potencias con el dintel del portalon, el Señor de la Sentencia sale a la calle recordando aquella condena de hace mas de 2.000 años, la mas injusta que sobre un hombre pudo imponerse. Una vez mas, estampas propias de esta jornada, Cristo maniatado es empujado por uno de los romanos que custodian su caminar, mientras que otro compasivo aparta su mirada, en una interna reflexion, "el bueno y el malo" tal y como se les apoda a estos centuriones que completan el misterio de la Sentencia junto con Poncio Pilato que lava sus manos y así anvanza valiente este Cristo cautivo por las calles de su pueblo que espera impaciente poder contemplar su rostro y el de su bendita Madre trinitaria, María Santisima del Buen Remedio...

 Como cada Jueves Santo se viven momentos unicos con la llegada de la Hermandad a la Calle Carmen cuando la primavera parece refulgir con su fragancia y sus colores, la Plaza de Santa María telón de fondo para el momento en el que Ella pase, rozando sus varales con los balcones, "¡Vamo a juntá los pies! ¡Duro con Ella, valientes!..." corazones que se aceleran y minutos que se eternizan... 
El viento fué uno de los protagonistas de la tarde-noche provocando que la candelería de nuestros pasos fueran practicamente apagada dificultando el trabajo de los elegidos para esta preciosa labor de dar luz a nuestras imagenes, pero incluso con sus cirios apagados, no podía estar mas radiante la Rosa de Santo Domingo a la luz de la luna cuando Madre e Hijo vuelven a casa...