Semana Santa 2017

lunes, 9 de marzo de 2015

Cultos Vera Cruz 2015


Ya en plena Cuaresma, las Hermandades y Cofradias de Pasión andujareñas, comienzan a levantar sus altares de cultos para honrar y ensalzar a sus titulares en este tiempo liturgico de encuentro y reflexión.
Una de las primeras Corporaciones que cada año nos anuncian la llegada de esta bendita espera, es la Cofradía de la Santa Vera Cruz y la muy Antigua, Pontificia, Ilustre y Venerable Hermandad de Ntro. Padre Jesús de la Columna, Ntro. Padre Jesús Nazareno, María Stma. de los Dolores y San Juan Evangelista.

La primitiva Hermandad, madre y maestra de Andújar y del Santo Reino en un alarde de buen gusto, elegancia y recogimiento celebra en el templo de San Bartolome el Triduo al Stmo. Cristo de la Columna, a la vez que, el Besamanos a su titular mariana y Besapies a Ntro. Padre Jesús Nazareno. El incienso, la solemnidad de la luz y la sombra, la austeridad, la exquisitez absoluta que presta el silencio y la oración  ante el reflejo de sus imagenes.

Ntra. Sra. de los Dolores, vestida de hebrea, se encontraba en la reja que da paso a la Capilla Bautismal de la Parroquia, y que en otra ocasión, se convierte en elegante retablo para la Madre de Dios Dolorosa, la cual extiende su mano acogiendo cada una de las plegarias que sus hijos veracruceros dejan a sus plantas entre lagrimas contenidas y profunda devoción heredada desde hace tantos siglos.
Tal y como en su casa de Nazaret, María sencilla, la mujer que acogió en su vientre al mismo Redentor que la llenó de gozo y por el que ahora, llora desconsolada amparandose en el amor que su Barrio le demuestra con cada mirada y con cada oración.



Avanzando por la nave del evangelio, intuyendo la sombra de su figura, sobre la blancura de los muros del templo, Ntro. Padre Jesús Nazareno, el Dios caminante del Domingo de Ramos, esperaba a sus fieles y a sus cofrades, ante el bello retablo de la Capilla de las Animas, un retablo que toma una mayor verdad ante su imagen salvadora, pues solo ante Él y con Él es posible alcanzar la gloria prometida.
Una gloria que en Cuaresma es amarrada por las manos, una gloria que se consume en la llama de cirios y velas, que florece con los lirios que perfuman sus plantas, una gloria descarnada en sus sienes sangrantes, una gloria descalza sobre la roca del calvario, inmensa, arrebatadora, la Gloria de Dios hecho hombre, la de la verdad de su palabra, la de las espinas en su frente, la del silencio y la penumbra, la de las heridas en su espalda, la de sus hombros cansados, la Gloria Penitente del viejo arrabal andujareño.


Ntro. Padre Jesús de la Columna había presidido el Viernes 27 de Febrero, un Via Crucis por las calles del Barrio acercandose hasta la ubicación del desaparecido Convento de San Francisco, lugar donde se fundaría, la Cofradía de la Santa Vera Cruz. Se estrenaba en este piadoso ejercicio, el guión del Señor de la Columna que incorpora el gallardete con el valioso lienzo, que hasta ahora, formaba parte de uno de los estandartes de la Cofradía.

En el Altar Mayor y ante un sencillo dosel, entre los cuatro hachones que tantos Domingos de Ramos, ha iluminado su imagen por las calles de la ciudad, el Señor se alzaba sobre la peana de madera tallada recuperada hace algunos años por la Priostía de esta conservadora Hermandad. El Cristo de la Columna lucía del mismo modo, las potencias donadas por el Grupo Joven y que son otro de los estrenos para este año.




Firme sigue mirandonos amarrado al marmol de su Columna, con las noches de Cuaresma que se aventajan por la Corredera abrazando el firmamento de la Torre. Sigue mirandonos con esa mirada de amor y perdon, esa mirada compasiva ante las almas que se pierden en los pecados de un mundo corrompido. Firme sigue mirandonos a pesar de su tormento, a pesar de tantos azotes, firme sigue mirandonos amarrado al marmol de su Columna. Es el Señor de la eterna espera, de mil sueños e inquietudes, es el Señor de las noches calladas, de oraciones veracruceras, el que entre los naranjos desespera buscando la cera que guiaban sus pasos cada Domingo de Palmas, es el Señor que firme sigue mirandonos a pesar de tantas faltas, el Señor que se asoma y ante nuestras puertas pasa, avisando de una nueva primavera que pronto florecerá en los balcones de su Barrio. Firme sigue mirandonos amarrado al marmol de su Columna...








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