Semana Santa 2017

lunes, 28 de julio de 2014

Cultos Hdad. de la Vera-Cruz

Cuaresma 2014.


El tiempo de espera tiene un sabor diferente por San Bartolome, sabor añejo, cofradiero, ese sabor que la Hermandad de la Santa Vera-Cruz perpetua en la ciudad de Andújar. Por lo serio, lo lugubre, lo elegante, por todo lo que refiere, estos Cultos se han convertido en una de las citas mas importantes de nuestra Cuaresma.
El Señor de la Columna presidia el Altar Mayor de aquel templo que se alza entre la Calle Villegas y la Corredera del arrabal con la sobriedad que caracteriza a la Priostia de esta antigua congregacion veracrucera, entre aquellos hachones que hace tiempo lo iluminanban por las calles de la ciudad y ante el dosel que sirve como telón de fondo para la piedra desnuda.


La reja plateresca que da paso a la Capilla Bautismal se convirtió en historico retablo para Ntra. Sra. de los Dolores y San Juan Evangelista, mágico dúo de la imaginería iliturgitana, obra de Don Manuel Luque Bonillo y que ya se sueña entre varales y bajo palio de cajón en nuestra Semana Mayor. La Señora lucía galas de Reina mientras acompañada por el dispulo amado de Jesús, esperaba la oracion de sus cofrades y de sus vecinos. No hay luz mas bella que la que la presta la cera a su rostro anacarado lleno de dolor que por Marzo parece tener distinto semblante pues ya presiente en su corazon la daga que la atravesará, pero San Juan no se va de su lado y la consuela como hijo bueno a Madre que sufre y hasta Ella llegan los veracruceros que ven en María y en sus manos la perfecta sintonía de amor en la primavera que desespera ante sus lagrimas.


Y frente a María, Dios echo madera con las manos anudadas pues ya tendrá tendrá Domingo de Ramos para arrastrar el rudo madero de nuestros pecados sobre el monte de lirios y cardos y ahora es así como nos lo presenta su Hermandad, el Nazareno que nunca ha sido abatido y que avanza valiente con zancada segura a pesar de su encarnizado tormento por las calles de Andújar, echa la vista abajo buscando al que necesita de su palabra, las heridas de sus pies sobre la fría roca se van aliviando con las caricias y los besos y con las promesas de su gente, aquella que nunca le falla, aquella gente que lo acompaña y en silencio le reza. Es la justa medida de la mesura, la sencillez echa oración, es la huminadad que desata su rostro y aún a pesar de ser Dios mismo, parece tan cercano, tan indefenso ante la muerte, con la vida suspendida en un hilo, aún así no le fallarán las fuerzas y seguirá caragando con su cruz y avanzando seguro hasta el Calvario siendo siempre la redención para el mundo...






1 comentario:

  1. Alegra volver a cruzar la callejuela. Una sensación de que el círculo vuelve a estar completo sobre la carcasa de necesidades cofrades de la ciudad.
    Me alegro de leerte y de ver tus imágenes de nuevo, Ángel.

    Gracias por hacer más intensas aún las Vísperas.

    ResponderEliminar