La mañana de la Inmaculada, es una mañana de gran belleza, el repique de campanas al paso de la Purísima advierte de la inmenente llegada de la Navidad, el Hijo de Dios volverá a hacerse carne engendrado en el vientre de María. La gracia inunda el corazon de Andújar que con salves va caminando junto con su Inmaculada, la Virgencita del Convento, demostrando como siempre al igual que lo hacian nuestros abuelos lo marianos que nos sentimos.
a la Reina celestial.
Mirad cómo tiembla el mal
y se esconde la serpiente.
Vestida de sol ardiente,
la luna por pedestal
y, cual corona nupcial,
doce estrellas en la frente.
Es la Sierva y la Señora,
la Virgen profetizada,
del Sol naciente la Aurora.
Viene de gracia colmada,
pues su Hijo, en buena hora,
quiso hacerla Inmaculada."
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