"Una ventana a Sevilla..."

Hallá por la Puerta Carmona,

ruega Salud y Buen Viaje

la gente desamparada,

que saliendo de Sevilla

se paran en la Ventana.

Se paran en la Ventana

de ese Dios humillado,

y de mirada perdida

Que cada Martes Santo,

sobre la dorada canastilla

Va llorando cristal bendito
Mientras lo consuela, Sevilla.





Nuestro Padre Jesús de Salud y Buen Viaje, es titular de la Cofradía sevillana de San Esteban, que cerca de la Casa Pilatos tiene su Sede Canonica.
 Tiene tanto este Cristo, tienen tanto, de misterioso, como de divino, tiene tanto de leyenda y realidad...Es el autentico rostro de la Sevilla añeja.
De autor desconocido, la cabeza, de barro cocido, es fechada sobre el S. XVI y segun parece, pudo pertener a un antiguo busto Ecce-Hommo que fue adaptado al gusto de la epoca del S.XVIII añadiendole un cuerpo de madera tallada, revestido con una clamide de tela encolada que presenta unos curiosos motivos florales estofados.

Lo peculiar de este Cristo son sin duda, las 5 lagrimas que recorren sus mejillas descarnadas por el paso del tiempo, convirtiendose así en el unico Cristo que llora lagrimas de cristal, a excepcion del Señor de la Esperanza del Puente Cedrón.
Iconograficamente el Cristo de San Esteban, representa el momento, el que el Jesucristo tras ser flagelado es humillado en el Pretorio donde le colocan la corona de espinas y una clamide purpura, mofandose así de la realeza del Divino Redentor, es por eso que el Señor inclina su cabeza y con la mirada profundamente perdida mostrando la mayor de las tristezas contenidas asume los desprecios y las burlas a las que se le somete.

Se le conoce a Nuestro Padre Jesus de Salud y Buen Viaje, como al "Cristo de la Ventana" debido que durante muchos años, la imagen bendecia a los viajeros que salían de Sevilla, por la Antigua Puerta Carmona, a Él se encomendaban a traves, de una ventana del Templo de San Esteban rogando salud y un buen viaje, es ahí el origen de su actual advocacion.

La salida de esta Hermandad tiene lugar el Martes Santo, en el que cada año, los pasos atraviesan la bellisima puerta gotica ojival, la cual esta decorada con un friso de rombos en forma de pinaculos que conforman toda la silueta del arco, integrando así una de las estampas mas hermosas y emocionantes de la Semana Santa Sevillana.

"Es Sevilla en Martes Santo, es Pretorio y es plazuela, es llanto y alegría, es costal y capirote, es barrio y es ciudad, es gentío y Hermandad, es bambalina y cera rizá, es portico y ventana, es clamide y caña, es Sevilla en Martes Santo, es incienso y es el alma, es suspiro y es quejío, es clavel y es varal, es San Esteban, señores, buscando la Catedral..."

Cierto es tambien, que en los ultimos años la Hermandad se ha visto perjudicada, por las criticas en contra de su propia esencia, la que tanto años nos venían regalando en la Cuesta del Bacalaó o en la Alfalfa. Tampoco ha ido en su beneficio, en mi humilde opinion, el cambio de capataz, que se rogaba desde hace mucho tiempo para satisfacer a unos cuantos que se encargan de que la nueva moda clasica, elegante y sobria impere en todos los pasos de la ciudad...(Pero esto seguro dará para otras reflexiones prontas en la Callejuela...)

San Esteban, es ese azahar de Martes Santo, es el sabor de la sevillanía pura, es ese canasto dorado; San Esteban es ese misterio de los que gusta observar y perderse en la escena. El Señor de la Salud y Buen Viaje, es esa imagen a la que le buscas la mirada a la luz de los guardabrisas y de los faroles encendidos en un atardecer de primavera, San Esteban trae consigo la personalidad de su Hermandad y trae consigo a una de las mas bellas flores, a María Santísima, Madre de todos los Desamparados

Ahora en estas solemnes visperas toca disfrutar recordando momentos,

como el paso del Cristo de la Ventana por la Calle Dormitorio a los sones de la Agrupacion Musical, Nuestra Señora Virgen de los Reyes, andando con compas, como anda por la vida, la buena gente...