La Calle Maestra, la perfecta echura, la perfecta largura, el perfecto adoquín, la perfecta reja, el perfecto balcón, la perfecta maceta de geranios, el perfecto ladrillo o azulejo, el perfecto portalón... la Calle Maestra la Perfección Absoluta, ni un centimetro de ancho le sobra ni le falta a esta magica calle donde los sueños de los Iliturgitanos se elevan en cada levantá y en cada ajustada chicotá, guardabrisas que rozán los viejos paredones, perillas de los varales de un palio que de costero a costero van dejando su rastro en los alfeizares de las ventanas, crujir de la trabajadera de una cuadrilla flamenca bien andá, voces que retumban entre los nazarenos, golpe seco de la pertiga que manda el seguir adelante de los ciriales que abren paso entre el gentío que se arremolina enfrente del paso, ambiente cofrade por donde lo mires, una casi agobiante niebla creada por el incienso, y finalmente tras el solo de corneta aplausos, explosión de devoción, fe y arte que se dan de la mano, mientras que los cientos de personas esperan en el Altozano de la Viregn María que salga de esa Iliturgitana Via Dolorosa, el Señor de Andujar...Es la calle donde la Amargura eleva su mirada hacia el oscuro cielo del Viernes Santo buscando la luz de la luna andujareña...La Calle donde la Esperanza ilumina los rostros con su brillo y con la luz de la cera rizá, La Calle perfecta, la Calle del Gran Poder...
Calle Maestras desde la Reja de Don Gome
Calle Maestra desde el Torreón de los Valdivia
Azulejo y puerta de salida del Gran Poder (San Miguel)
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