San Bartolome se prepara de la manera mas intensa posible para los días que pronto acontecerán cuando la nueva primavera renazca. El cuerpo de Cristo ante la mesa del Altar y bajo la mirada profunda de su Bendita Madre que llora su muerte reciben la visita de los vecinos del Barrio que han celebrado estas semanas los Cultos de las Hermandades del Santo Sepulcro y de la Soledad los cuales han servido como culmen de los actos cuaresmales en nuestra ciudad.
Mater Dolorosa, Victoria de María, que con sus manos entrecruzadas tantos y tantos años, lleva guardando las almas de sus hijos los andujareños. Son 7 espadas que atraviesan su corazon afligido como atravesado el costado de su Hijo por la maldita lanza de su injusta condena.
Es Ella, la Dama de luto que cada Viernes Santo recorre sola con su penita las calles silenciadas de penitencia, es Ella, la Señora de la noche oscura, de cirios tiniebla y de incienso en las esquinas, es Ella, la que al pie de la cruz aguarda el momento de la vida, es la Reina de un arrabal de geranios y jazmines, de plazuelas y caserones, de naranjos y de humeda brisa del Guadalquivir, es Ella, Victoria de Andújar
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