Reina de Santa María

Ya hace unas semanas desde que la Esperanza llenará cada rincón del viejo barrio judío de la ciudad, esos días en los que el verde teñía las aguas del Guadalquivir a su paso entre los arcos del milenario puente de piedra. Frías noches a la luz de las velas, bajo las exquisitas bovedas renacentistas, nube de incienso que entre los pilares del templo nos trasportaban al mayor de los recogimientos. Benditas Vísperas para rezar ante la Madre de Dios, sentada en su Trono. Vísperas para encontrarnos con su rostro tan lleno de Pureza y deleitarnos con la comisura de sus labios de los que se escapa un sollozo, un suspiro..
.
Ella, Reina de Santa María, Reina de los afligidos y de los que sufren, Reina de un Barrio que cada Jueves Santo derrama plegarias de cera y nardos, Reina de la Madrugá andujareña,  Reina de los que lloran, de los pobres y de los humildes, Esperanza Nuestra.

Ella que desde los años 50 es Madre de todos los cofrades de la Parroquia que encuentran en su divina cara el consuelo del creyente. La que antes amparaba a los Toreros como su Patrona, la que bajo su verde palio se pasea majestuosa en busca de su Hijo Redentor Caído bajo el peso del madero en esa noche de pasion y cornetas...Ella, Señora de la Esperanza, "Reina de Santa María"

Fotografía de Manuel Almansa: Ntra. Sra. de la Esperanza en el Triduo de 2012